PABLO Y MARTA – O.V.N.I

Misión completada. Cambio y corto.

Aterrizar, poner los pies en la tierra. Pisar plantas, plantas secas, y plantas verdes. Andar por la acera, por la carretera, por los campos. Mirar y sentir. Mirarlo todo de nuevo. Lo nuevo, una experiencia que tiene que ver con lo extraño, con la exploración de los límites de nuestro propio conocimiento.

Visitar un lugar completamente ajeno resignifica nuestros paraderos ya conocidos y memorizados a la vez que provoca una disrupción en el ecosistema. El efecto del paracaidista que cortocircuita las conexiones ya realizadas y las somete a revisión.

Nuestro aterrizaje en Os Blancos de alguna manera ha generado un símil simbiótico con Espacio Matrioska, ese inmenso OVNI que aterriza en un pequeño pueblo de características distintas a lo conocido por ellos. Gente distinta, vestimentas distinta, y costumbres distintas.

Llevar un espacio artístico a una zona rural podría suponer generar dos dimensiones paralelas que se repelan entre sí. Lejos de esto, Matrioska genera corrientes, impulsos eléctricos, estrategias de acercamiento que permiten una mezcolanza e integración del espacio y sus actividades en la cotidianidad del concello. Es en estos acercamientos e intercambios (no siempre fáciles) donde no solo el pueblo se ve transformado sino la propia práctica y la convención artística que están tratando. Dos maneras de hacer y ser que cuidadosamente se mestizan para crear algo nuevo. Algo colectivo e integrador.

Son estos fenómenos de acercamiento, de revisión y de extrañeza en lo que nos hemos sumergido estos días: un extraterrestre venido de un planeta remoto a un pueblo, buscando e investigando las costumbres y convenciones por tal de poder aprenderlas. Pura ciencia ficción, especulación, futuribles. Es el futuro, lo extraño, lo nuevo y su correlación con el pasado lo que nos permite dotar de sentido a la tradición. La tradición pierde sentido cuando nada la desafía o modifica. « There’s no future » cantaban ya por ahí en los ochenta en la época del Tatcherismo. Si no hay futuro, se torna tal vez más necesario que nunca el futuro especulativo, lo ficticio como forma de permitirnos generar una mirada crítica a nuestro presente y poder construirlo entre todos de otra manera. Aprender el presente de Os Blancos de la mano de espacio Matrioska es, tal vez, el comienzo de una apertura a un túnel temporal.

 

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